1. Combatir y Prevenir Enfermedades Intestinales, como colitis, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn e inflamación intestinal.
2- Combatir Enfermedades como cáncer, candidiasis, hemorroides e infección urinaria.
3. Mejorar la Digestión y combatir la acidez.
4. Combatir el Estreñimiento y la Diarrea, regulando el tránsito intestinal.
5. Aumentar la Absorción de Nutrientes, como vitamina B, Calcio y Hierro.
6. Fortalecer el Sistema Inmunológico, aumentar la producción de células de defensa llamadas macrófagos.
7. Impedir la Proliferación de Bacterias Malas en el intestino.
8. Ayudar a Digerir la Lactosa, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa.
9. Prevenir Problemas como Obesidad, colesterol alto e hipertensión.
10. Prevenir Alergias e intolerancias alimentarias.
Una flora intestinal sana y rica en Probióticos comienza a formarse desde el nacimiento, especialmente cuando el bebé nace por parto normal, y cuando es amamantado con exclusividad durante el inicio de la vida.