La han considerado como una semilla mágica por tener propiedades curativas para todo el cuerpo: bajar de peso, mejorar la digestión, controlar los niveles de glucosa y colesterol, entre muchas otras.
Esta pequeña semilla se extrae de la planta de lino cuyo cultivo se realiza en regiones de clima templado en todo el mundo, aunque la más famosa es la que se trae de Canadá por ser seleccionada cuidadosamente, además, gracias al clima frío de este país, el nivel de ácidos grasos y aceites en las semillas aumenta considerablemente.
1. El mejor laxante
La ingestión de linaza ayuda en el tratamiento del estreñimiento crónico, aunque también es recomendable para regenerar la flora intestinal, los daños causados al colon por el uso de laxantes y previene la formación de pequeñas apéndices en el trayecto del esófago o intestino.
Por ejemplo, si se consumen cerca de 50 gramos diarios, la fibra insoluble, que contiene la semilla, aumenta la masa fecal y reduce el tiempo de tránsito por el intestino.
2. Anticancerígeno
Aunque no se ha probado esta propiedad, se han hecho varios estudios al respecto que apoyan la especulación de que sustancias contenidas en la linaza como los lignanos, el ácido graso y otros 27 compuestos, pueden identificarse como anticancerígenos, pues
favorecen el bloqueo a desarrollar tumores malignos.
Se ha probado que en algunas poblaciones cuya dieta es alta en fibra y alto consumo de fitoestrógenos, como son los lignanos, tienen bajos índices de cánceres relacionados con cuestiones hormonales como el de mama.
3. Controla al colesterol y la diabetes
Se sabe que la fibra ayuda a controlar el colesterol, pues ésta impide que se absorban las grasas en el intestino, por lo que la linaza puede ayudar si tienes este padecimiento.
Además se estima que la diabetes del adulto se debe en parte al exceso de grasas saturadas y la falta de ácido alfa linoleico, contenido en la linaza; al consumirla no se asegura que ya no se tendrá esta enfermedad sino que disminuirán los requerimientos de insulina en el diabético.
4. Una piel tersa
Al consumir con regularidad esta semilla por algunas semanas, la piel se nota más tersa y suave; además, si tienes problemas en la piel, como psoriasis y eczema, éstos mejorarán dramáticamente.
Si se diluye con un poco de agua, la linaza se puede usar como mascarilla facial para una limpieza profunda del cutis, así como en el cabello para nutrirlo.
5. Otras enfermedades
Hay otros padecimientos que pueden mejorarse al consumir linaza como algunas enfermedades inflamatorias: gastritis, tendonitis, colitis, artritis o nefritis.
Las enfermedades del corazón también tienen una mejoría, pues esta semilla contiene una sustancia que se asemeja a la protaglandina que tiene la propiedad natural de regular la presión y las funciones arteriales, el metabolismo del calcio y la prevención de coágulos sanguíneos.
6. Pierde peso en un 2 por 3
Gracias a sus funciones para no absorber la grasa saturada en el intestino, la linaza también puede consumirse para perder peso. Y por su gran contenido de fibra dietética da la sensación de estar satisfecho, por lo que no existe el apetito constante.
7. Afrodisiaco en semillas
La linaza se considera un afrodisiaco natural, pues evita tanto la impotencia del hombre como la frigidez de la mujer, cuyas causas se deben al bloqueo de la circulación sanguínea en las arterias.
8. Fuera líquidos
Entre sus características, los ácidos grasos de la linaza ayudan a los riñones a secretar sodio y agua, así que puedes olvidarte de la inflamación de tobillos, algunas formas de obesidad y el famoso síndrome premenstrual, entre otros padecimientos.
¿Cómo se toma?
La linaza debe consumirse en ayunas puedes tomarla en jugos o licuados, así como sustituto de granola en la fruta o yogurt, o bien, en ensaladas y hasta disuelta en agua.
Para los más atrevidos, pueden intentar preparar sus propias recetas con linaza, ya sea en panqués, hot cakes y hasta platillos más elaborados que contengan pollo o pescado.
Se recomiendan dos cucharadas en cualquiera de las formas recomendadas.