El café y la cerveza son polos opuestos ya que, mientras uno te activa, la otra te relaja.
Sin embargo, un reciente estudio afirma que la cafeína y el alcohol pueden llegar hasta a cambiar tu ADN.
En concreto, investigadores del Departamento de Microbiología y Biotecnología Molecular de la Universidad de Tel Aviv han descubierto que las bebidas también pueden tener efectos opuestos en tu genoma. No es el primer estudio que se realiza sobre estas modificaciones genéticas, pero sí uno de los que ha obtenido unos resultados más sorprendentes, a pesar de, lógicamente, no haberse efectuado directamente sobre seres humanos.
La vida eterna
Trabajando con un tipo de levadura que comparte muchas similitudes genéticas con humanos, los investigadores encontraron que la cafeína disminuye y el alcohol alarga los telómeros implicados en el envejecimiento y el cáncer. El que este estudio se centre en esos dos factores no es casual ya que se consideran dos de las estrellas sobre las que se centran las preocupaciones y los estudios más destacados de la actualidad.
Los telómeros marcan el final de las cadenas de ADN en nuestros cromosomas. Cuando estos telómeros se hacen demasiado cortos, la célula muere. Sólo las células fetales y cancerígenas pueden evitar este destino reproduciéndose para siempre sin ver como sus telómeros disminuyen en tamaño.
Es curioso comprobar como la longitud de los telómeros no varía al verse expuestos a cambios de temperatura, pH, drogas o productos químicos, pero sí a una concentración de cafeína similar a la encontrada en un café express.
Siguiendo el consejo del profesor Kupiec que encabeza este estudio, lo mejor es:
Intentar relajarse y beber un poco de café y un poco de cerveza.