1 – Ponte un Objetivo Claro y Realista que sientas que eres capaz de conseguir.
2 – No te obsesiones con el peso. No mires todos los días la báscula, recuerda que en una báscula normal no puedes medir tu porcentaje de agua, músculo, grasa, hueso, etc… además los cambios llevan tiempo.
3 – Distribuir tus comidas a lo largo del día.
4 – Aprender a decir que No y a Ser firme con tu Objetivo a pesar de cualquier imprevisto. Normalmente en el trabajo o en tu vida social, permanentemente te van a estar ofreciendo Hábitos y Alimentos que no van con tu Dieta o Programa. No te sientas mal a por decir que no y seguir con tus buenos hábitos y con tu dieta para poder así visualizar tu Meta.
5 – Incluye la Práctica de Ejercicio Físico en tu Rutina Diaria.
6 – Planifica Bien tus Comidas, así en cada una de ellas podrás estar satisfecho y sentir la sensación de saciedad.
7 – Utiliza el Método del Plato. En un plato de tamaño medio, rellena la mitad del plato con verduras, 1/4 de proteína y 1/4 de carbohidratos.
8 – Prioriza el consumo de aguas sobre cualquier otro tipo de bebidas.
9 – Sé Constante y Perseverante con tu Objetivo.
10 – Cuídate y Consiéntete para poder Disfrutar de este Proceso que No es una Dieta sino un Estilo de Vida.